viernes, 30 de noviembre de 2012

En uno de estos partidos insípidos hay que largar un muerto en una silla de ruedas. Que entre despacito por el costado donde los suplentes hacen la entrada en calor. Los periodistas gritando “Un muerto señoras y señores! Estamos viendo un cadáver!!!”. Total ya no jugamos por nada. Al menos vamos a salir en CNN Internacional.


No había nadie en Falucho bar, la tormenta conspiró contra nuestra idea de que la asistencia de algunos glúteos turgentes nos levanten un poco el ánimo. Para sentirnos mas acompañados elegimos sentarnos en la barra y mirar como el Pela, barman del lugar, sacudía la coctelera preparando sus llaves mágicas. Y así nos quedamos en silencio toda la noche, ninguno quería hablar de fútbol. No teníamos ganas. De fondo en la fonola sonaba ♫♫ “…Es que yo daba la vida por ti, estuve ahí nunca fallaaaaaba… si me entregaaaabaaa”. Mi amigo sin mirarme y con sus dos manos en el vaso de fernet me dice “Escuchalo al Banana Mascheroni ahora en esta parte que viene. Deja todo. No se guarda nada”. Y en la fonola retumbó “No me aceptaste como soy! y cada vez que yo extendí mis alas… tu me las recortabas”.
No recuerdo mayor estado de vegetalidad deportiva como el que estamos viviendo en este momento. Pasó el clásico y no se ustedes pero yo he ingresado en una etapa de vacío existencial. Como ya se habrán dado cuenta, estoy en la vereda de los resignados que ni siquiera ven una ínfima luz de esperanza con respecto a nuestra permanencia. Sinceramente no se como hacen los que se animan a hacer cálculos matemáticos a esta altura del partido. Y así transcurren los días. El teléfono en silencio esperando que alguien se digne a mandar un mensaje. Las vísperas de los partidos sin nervios. Le pregunté a Sejo, mi Jefe Editor, cuando pensaba publicar la columna y me respondió que vaya imprimiéndola para hacer con la hoja un cucuruchito y que me la pierda en el centro del ojete. Y que no le rompa mas las pelotas porque estaba ingresando al sauna seco de un nuevo spa que abrieron frente a Plaza España, que a nadie le interesa en este momento un espacio que hable sobre Unión. Y antes de cortarme me dijo que le mande cualquier cosa y que el viernes a la noche después de ducharse se va a tirar en un sofá y se va a mirar las bolas. Si las tiene inclinadas hacia la derecha, publica la columna el sábado a la mañana y si las tiene inclinadas hacia la izquierda, no publica nada. Llegás a ir al club y en la oficina de socios hay un perro durmiendo arriba de la impresora. En la tesorería el Contador está con las patas arriba del escritorio y apantallándose con una revista Deporfé en cuya tapa está Cristian Ruffini gritando un gol con la camiseta que tenía la publicidad de “Argon”. Deprimente. El Nery ni tiene ganas de salir a dirigir las prácticas, se queda adentro del vestuario jugando a los dardos en silencio con el Turco Alí. Los nenitos del IPEI no quieren salir a los recreos porque hay un gato muerto flotando en la pileta de natación y al personal de limpieza lo licenciaron por tiempo indefinido. Eso no se los voy a perdonar nunca a los dirigentes. No los voy a condenar por el descalabro que hicieron con nuestro plantel, ya está… se equivocaron y tendrán su oportunidad de redimirse. A Sphan le podré decir rinoceronte ingrato pero en las urnas lo voy apoyar porque aún sigo creyendo que es el indicado. Lo que no les perdono es esta sensación de vacío. Entregamos las armas y faltan mas de 6 meses para que termine la batalla. Encima Kudelka desde una aerosilla en Villa Carlos Paz con las patitas colgando sigue tirando aforismos y jugando con metáforas del tipo “Unión es un enfermo en coma sin signos vitales, pero si le arrimás una palangana quizás te siga tirando unos chijetazos mas de caca”. Por favor al menos llámense al silencio y respeten nuestro momento de profundo dolor. Me quiero congelar y salir del hielo en agosto del 2013.
La ausencia de horizontes me está matando. Yo no puedo aceptar que paseemos sin pena ni gloria por todas las canchas del país. Esa camiseta roja y blanca es valiosísima, ves al equipo salir de la manga en cada partido y te los quedás mirando por unos segundos, como enamorado. Por eso acá tiene que pasar algo. Nosotros no somos Huracán de Tres Arroyos. Esto es Unión de Santa Fe. Salgamos de este letargo, basta de estar sentados esperando a la muerte. Algo de ese fuego le vi en los ojos a un barbudo que se pegaba en el pecho y lo invitaba a pelear a un policía en el clásico. Les juro que no era un barrabrava, yo no podía creer la furia de ese laburante que abre todos los días su pollería a las 8 de la mañana. Evidentemente algo le habían hecho. Ese tipo estaba indignado. Por eso cuando el domingo se sienten delante del televisor o en los escalones del Amalfitani para ver como Velez se nos vienen encima hechos una tromba, no dejen de añorar lo imposible. Vivan cada partido como si fuese el último. Como el Banana Mascheroni queridos hermanos tatengues. Dejen todo. No se guarden nada.
Qvuelvanlosvisitantes.

3 comentarios:

  1. El otro día me comentó un amigo que subió a un tacho y el taxista tenía pensada una estrategia bastante armada para solucionar todo, mas o menos sus palabras fueron: "agarramos 3 o 4 macizos que tenemos y los rompemos a todos (a uno una rodilla, a otro un tobillo y así...) de esta manera tendremos mas posibilidad de incorporar refuerzos para el torneo que viene". Esta escena nos retrata de muy buena manera...

    Ojalá antes de fin de año se apruebe la ley de marihuana en Uruguay, y haya mucha gente drogada en la Republica Oriental, en una de esas hasta aceptan que vuelva el muchacho Alemán.

    ResponderEliminar
  2. Traigamos un tipo de Pakistán lleno de bombas, y que explote en el medio de la pujato el domingo que viene así le ponemos fin a la situación, y me termino de morir el día de mi cumpleaños, un final trágico y romántico.

    ResponderEliminar
  3. Loco sos un groso, nunca dejes de escribir, juro que siempre reviso tu blog esperando si publicaste ! me haces mear de la risa y comparto todo lo que decís ! saludos tatengues!!

    ResponderEliminar