Me emociona el pibe Britez, es un león. Sino se tarritea puede llegar a convertirse en nuestro próximo perro Donnet de piel oscura. Tranquilamente puede adueñarse del costado derecho durante los próximos 10 años. Es tan fácil jugar de 4.

Muchas veces estoy sintiendo vergüenza de mi mismo, cada vez mas seguido. Eso fue lo que sentí en el atardecer del domingo caminando por las calles de una ciudad cuyos habitantes comparten en cada esquina su pasión por el fútbol y el automovilismo. Habíamos hablado tanto de un partido a matar o morir, de vida o muerte, ya en la ruta escuchábamos que nuestros jugadores habían llegado al Estadio gritando y golpeando los cristales del micro. Y al final salieron a jugar el primer tiempo cagados en las patas, los misterios de la mente humana. Nos ganaron muy bien, ellos sí lo vivieron desde el primer minuto como una final. Nos atropellaron, impusieron presencia. Superiores físicamente en cada choque, en cada roce. Salimos a jugar este partido decisivo con un número 5 que rengueaba. Hasta el Pelado entró medio pelotudo, en la jugada del gol no entiendo que quiso hacer. Y además de la falta de carácter, aparecieron las limitaciones técnicas de siempre. Si Lanchita y Franzoia no están inspirados, parecemos la reserva de Agua y Energía que dirigían aquellos Hermanos Solís quienes regenteaban una mimbrería en Avenida Aristóbulo del Valle. Cuando entra Salchicha te dan ganas de irte de la cancha. Un tipo cuyo único recurso es colocar su cuerpo para ganar la posición y poder tirarse al suelo ante el mínimo contacto físico. Nauseabundo. Nadie vio un video de este pibe cuando lo fueron a buscar? El día que Chiapelito antes de saltar meta un manotazo para desequilibrar a su marcador, se eleve con soberbia, se suspenda en el aire para elegir adonde poner la pelota y meta un cabezazo inatajable, les juro que desaparece esta columna para siempre. Sin dudas nos merecemos la B, somos el peor equipo del torneo… lejos. Pero la culpa no la tienen los jugadores, hacen lo que pueden. Hay que mandar a la horca a los que armaron todo esta pestilente pantomima. No recuerdo una salida de la cancha mas triste que la del último partido. Pensé que iba a sosegar mi tristeza al encontrarme con un patrullero ardiendo en llamas, típica postal de todo descenso. Pero todos caminaban tranquilitos con la cabeza gacha. En la puerta de un kiosco tres barras repartían el magro botín de la reventa de unas entradas que nunca voy a entender como llegan a sus manos, como tampoco puedo entender como hay gente dispuesta a pagar 300 pesos para ver esta mierda. Los que participaban del negocio tenían puesta la camiseta de Unión. Repugnancia. Encima nos subimos al auto y como no habíamos conseguido Cepita, comenzamos a tomar el Campari mezclado con Levité de naranja. El brebaje sabía a Mucoprednibron, le echamos un hielo que tenía pegado un sorete de perro. Al doblar en la primer curva de la ruta 70, se abrió una puerta del auto y uno de los ocupantes quiso quitarse la vida arrojándose a la ruta con el vehículo en marcha. Lo agarramos de las patas mientras gritaba “Cuando vamos a sacar un delantero malevo!!! Un Bazan Vera salido de nuestras canteras que después de un partido interrumpa un reportaje para meterle una piña en la frente a un canchero como aquella tarde en cancha de Ben Hur. Siempre tienen cara de buenitos los pibes que salen de nuestras inferiores. Necesito que debute un asesino seriaaaaaal! Basta de buscar pibes en Hasenkamp y en Grütly. Vayan a buscar jugadores a la cancha de Las Achiras donde el Toto, el Chave y el Sergio juegan con una cuchilla en las medias. Pongan de carrilero por derecha a uno de los doce apóstoles que participaron de la masacre en Sierra Chica hijos de mil puta! Aaaaaargrgghh!!! Llegamos a la primer cabina de peaje y el anochecer nos encontró escuchando por radio Mitre “Canciones son amores” con la conducción de Nora Perlé. Pasamos por la puerta de La Cigarra y vimos que en una ventana colgaba un cartel que decía “Cerrado por desinfección”, en la vereda estaba la Rufiana refregándoles las tetas a las bailarinas con una virulana embebida en thinner. La cara de una de las prostitutas nos hizo acordar a Maidanita y todos juntos nos largamos a llorar al unísono. Llegamos a Santa Fe escuchando por Radio Continental “Algo para recordar” con la vibrante conducción de Mochín Marafioti. Para profundizar la depresión en los semáforos hacíamos zapping con el Moncho Aranda que estaba pasando un acústico de Joan Manuel Serrat. Que vida miserable nos toca vivir, sin dudas soy el tipo mas infeliz del mundo. Habíamos viajado para ver otra cosa. Ahora lo que venga de acá en adelante serán los últimos estertores de un paciente con colitis terminal. Serán los peores 3 meses de nuestras vidas. Dicen que para el proyecto ascenso se va a armar un equipo de estrellas. Vuelven Bologna, Rosales, la Jirafa atlética, se quedan Lanchita y Franzoia, deportamos a Salchicha, repatriamos al Ganso Benitez y traemos al Morro Carabajal y al Costurero Bastianini. Una comisión del Mercado de Productores y Abastecedores de Frutas Verduras y Hortalizas va a pisar bien fuerte en AFA y nos representará en las reuniones de Mesa Ejecutiva. El Papá de Carlos Delfino va a pagar todos los sueldos del plantel desde una ventanita en la casa. Al menos esa teoría balbuceaban los que en el asiento trasero se empezaban a tomar puro el Campari. Es lo mínimo que podrían hacer estos hijos de mil puta para borrarme la profunda tristeza que tengo en el alma. Eso fue lo que pensé con la frente apoyada en el frío vidrio del auto mientras miraba la puerta del Cementerio Municipal y de fondo Serrat me apoyaba una imaginaria Colt en la cabeza al susurrarme “Son aquellas pequeñas cosas, que nos dejó un tiempo de rosas, en un rincón… en un papel… o en un cajón”.

Qvuelvanlosvisitantes.