domingo, 26 de mayo de 2013

Que alguien haga algo por el amor de Cristo, Salchicha no puede jugar el clásico de titular. Está incapacitado espiritualmente para ganar un partido importante. Si a los fétidos les rompemos el culo con una actuación estelar suya, esta columna no vuelve nunca mas en la historia.


Reaparecimos. Si bien hace unos 10 meses que estamos descendidos, no podíamos borrarnos en el preciso momento que la señora matemática nos suelta la mano. Una mera formalidad pero que sirve para mirar hacia atrás e invita a la reflexión. Como todos saben, habíamos licenciado por tiempo indeterminado al personal del departamento artístico de la webtatengue para lograr una brusca reducción de presupuesto que nos permita comenzar la nueva temporada en la B a toda orquesta. Prepárense porque nos venimos con muchas sorpresas, a modo de adelanto les pedimos que vayan acercando sus datos para anotarse entre los postulantes a llenar el SejoBus que nos acompañará en los viajes de visitante, en su interior se harán carreras de travestis embolsados, contaremos con un caño en el pasillo central y también llegará la esperada elección de Miss Pezón 2013. Como les comentaba, convocamos al personal licenciado quienes no tardaron un solo minuto en reintegrarse a sus puestos de trabajo. Todos quieren estar en este durisimo momento. En la reunión inicial llevamos a cabo una especie de torbellino de ideas sobre tema "El Descenso" y cada uno de nosotros contó sus experiencias anteriores. Se trajo a la mesa aquella gris tarde del 8 de junio de 1988 en La Bombonera cuando perdimos por penales con Racing de Cordoba, los que no viajaron lo pudieron ver por TV en una histórica transmisión de Canal 13 con relatos de Gonzalez Riaño y en los comentarios creo que estuvo Jorge Ritvo. Marta Goyri hizo las notas en la zona baja. Fue inevitable rememorar la inmediata revancha en 1989, inolvidable. Abro mi ya clásico y larguísimo paréntesis (sin dudas que el 89 la seguís teniendo tan adentro sabalero porque sino no se explica de otra manera este insólito entusiasmo que te brotó en estos días ante la posibilidad de que descendamos el día que juguemos el clásico contra vos pestilente Raza cursienta. Son unos pobres tipos, nunca en la vida vas a tener una oportunidad igual. Del madelonazo se va a hablar por los siglos de los siglos, único en la historia e incomparable por naturaleza. No se que estamos esperando para hacer un monumento en algún lugar de la ciudad conmemorando ese suceso, podría ser una arandela de bronce que simbolice la epopeyica rotura de ojete)
Arandela  de bronce recuerdo de la epopeyica rotura de ojete
instalada en la interseccion de C.Pujato y Av. Lopez y Planes.
. Luego continuamos rememorando el descenso que se decretó en Corrientes otra tarde de invierno de 1992 cuando jugamos contra Mandiyú. Pero volvimos en el 96 con aquella recordada pueblada, se me viene a la memoria el club sin luz ni agua, la noche de la asamblea con Don Angel en una mesa arrimandole lapicera a una chequera y el cierre estremecedor en Alta Cordoba. Los que no viajamos terminamos llorándolo con las rodillas apoyadas sobre las baldosas rotas de la vieja cancha de basquet ante el pitazo final de Olivetto que no llegaba jamas. Entre tantos recuerdos, yo interrumpí las ponencias para narrarles una rara experiencia que tuve viajando, gracias a un amigo que luego debutaría en primera, en el colectivo de la reserva para un partido que jugamos entre semana contra Velez en Liniers. Fue un miércoles y salimos tipo 10 de la mañana del club, que al pedo estaba en mi vida por Dios. Llegamos a la cancha y un habilidoso petisito de apellido Izaguirre que nunca entendí porque no jugó en el seleccionado nacional, me dijo que agarre un pack de botellas de agua Estambul y que me haga olímpicamente el pelotudo. Gracias a eso, viví toda la jornada al costado del campo de juego... increíble. Antes de comenzar la reserva, con la cancha vacía me chifla un Gordo desde atrás del arco y me pide por favor que le cuelgue desde adentro una bandera que decía "Mataderos". Antes de irme el Obeso con un acento bien porteño me grita "Suerte nene, que debutes en 1ra". En el entretiempo me llama un lineman y me lleva adentro del vestuario para pedirme por favor un intercambio de camisetas, quería mi chombita Puma que tenia un escudito de Union y me ofreció por lo menos 4 modelos de camisetas de árbitros que sacó de adentro de su bolso (gracias a esta transacción luego yo la iba a romper en un baile para el que había que ir vestido de blanco y negro, eran noches de los años 90 cuando salías con diez pesos y hacías un descalabro). Después arrancó el partido y a los 15min. nos expulsan a Gustavo Barros Schelotto quien salió de la cancha y de la bronca rompió todo el vestuario a patadas. Yo vi la jugada a una distancia de 8 metros. Ni lo había tocado, cuando Union había ingresado al campo de juego, todo el Amalfitani rugía sin cesar "Mellizo hijo de puta... la puta que te parió!" Después del partido a Gustavo le hicieron un reportaje por "Fútbol de Primera" y le pidió a la gente que vuelvan a ver la repetición y que si había sido foul, él no cobraba su sueldo. Y también contó que en la primer pelota el árbitro Miguel Scime le dijo que si seguía jodiendo lo iba a echar. Pocas veces vi algo tan injusto. Perdimos creo que 3 a 0, no pateamos al arco en toda la noche. En el medio de mi relato me interrumpió un pasante con unos grandes auriculares blancos para decirme que mi anécdota no tenia nada que ver con el tema que se desarrollaba y continuó la exposición hablando sobre el posterior descenso contra Chicago en nuestra cancha. Le dije que me chupara bien los huevos y que yo la tarde de ese descenso terminé adentro de La Rural escapando de una redada que nos tendió la montada. Breve intercambio de puños. 
Luego de escuchar todas las experiencias de vida, surgió la necesidad de redactar un manual del descenso que detalle los hechos que se repiten en cada uno de ellos para, de alguna manera, armar una especie de protocolo a seguir en la próxima debacle. Transcribo el modelo firmado por los presentes :

Cosas que se viven en un descenso de Unión:
1) Repertorio de todos los cantitos que incluyan los siguientes términos y oraciones, "matar", "han pasado muchos jugadores y dirigentes", "esa que estuvo a tu lado cuando te fuiste al descenso", "se llenaron los bolsillos", "vamo a matar un policía", "la gente", "Colón botón", "váyanse no roben mas", "la camiseta", "a todo lo vamo a matar", "siempre voy a estar contigo", "al Juez Perrota también lo vamo a matar", etc. Breves interrupciones con corridas en la parte baja de la tribuna provocadas por estampidos de los balazos de goma. 
2) Jugadores y arbitro mirando hacia arriba como el Grueso trepado en el alambrado hace el gesto con su dedo indice de yugular cortada y después se toma sus testículos. En ese momento y con el partido detenido, te quedas parado tieso en tu lugar y parece que te meten un dedo enarenado adentro de tu culo.
3) La Pajarera se tiñe de negro y no por estar de luto sino por su grado de carbonización al final de una campaña escandalosa. Comienzan a escucharse los primeros balazos de goma que llegan desde afuera del estadio. 
4) Escenas de San Fermín en las calles aledañas con caballos de la montada rodando por el piso envueltos en una bruma blanca, encapuchados saltando arriba de un patrullero dado vuelta y corridas por doquier. Ráfaga incesante de balazos de goma. 
5) Choripaneros agachados debajo de sus parrillas con una toalla en la cabeza refugiandose en el medio de un estado de caos total. 
6) Volves caminando a tu casa y hace mas frío que nunca, una radio portátil desde el otro lado de una ventana nos hace escuchar la voz de Oscar Bergesio diciendo "un descenso mas para este castigado hincha de Union". La propaganda de tuercas y bulones en buloneria Murpat te hace sentir el tipo que tiene la vida mas miserable de toda la existencia de la humanidad. 
7) Entras a tu casa y lo ves a tu Viejo en camiseta delante del televisor mirando Arsenal All Boys. Se da vuelta, te mira con desprecio y te dice ... "Nos fuimo a la B". 

Una media docena de descensos en el lomo nos hicieron redactar de memoria este palimpsesto del descenso. Pero hay sensaciones inenarrables que no pudimos incluir en ninguno de los siete puntos. Sentimientos que no se explican. Hace una rueda tenés la certeza de que ya perdiste la categoría, pero no hay forma de evitar ese minuto fatal donde te recorre un frío por todo tu cuerpo y la angustia te hace temblar el pecho. Cada uno se quebrará a su manera, algunos se conmueven ante una frase que escuchen de alguna canción, otros cuando miren los ojos vidriosos de alguno de esos viejitos de la Pujato que ya las vivieron a todas, alguien se quebrará con la frente apoyada en el alambrado y mirando como la bandera roja y blanca en el mástil no deja de flamear. Ese tristísimo minuto que durante años vas a tratar de sepultar. Y como quien aun no ha terminado su faena, volverá a tu memoria la tarde del tan añorado como inevitable próximo ascenso para aflojarte todas las piernas. La tarde que terminarás llorando acostado boca arriba y con los brazos en alto agradeciéndole al cielo por haber nacido hincha del club mas lindo del mundo, nuestro queridísimo Unión de Santa Fe.

Hoy mas que nunca, al lado tuyo Tate de mi vida...

Qvuelvanlosvisitantes. 

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